Al igual que en el resto del país, el sondeo mostró que las mujeres reportan malestar físico con mayor frecuencia, severidad e impacto en sus actividades.

Aproximadamente tres de cada diez personas de las regiones de Valparaíso, O’Higgins y El Maule padece algún dolor crónico. Así lo evidenció la primera versión de la Radiografía del Dolor en Chile, un estudio pionero en el país realizado por el Centro UC de Estudios y Encuestas Longitudinales (CEEL) y la ACHS.

La encuesta, que se llevó a cabo entre marzo y mayo de 2023 a través de entrevistas telefónicas a 3.012 personas mayores de 18 años de todo el país, indaga de manera inédita la prevalencia del dolor crónico en la población nacional y permite, a través de datos representativos, comprender e identificar la magnitud de un problema que causa pérdida de salud y años de vida a nivel mundial.

De acuerdo a los datos, tanto a nivel nacional como en la zona centro son las mujeres quienes más padecen de dolor crónico. En la zona centro, ellas tuvieron una prevalencia de 34% en comparación al 21% de ellos. Además, lo experimentan con mayor severidad; un 18% presenta dolor crónico severo, tres veces más que los hombres (6%).

David Bravo, director del CEEL, destaca que “hasta ahora en Chile no contábamos con información representativa sobre la prevalencia de dolor crónico para el total de la población. Estos datos nos van a permitir dimensionar el problema y sus causas relacionadas, así como también identificar el impacto que tiene sobre la calidad de vida de la población”.

Otro punto a destacar por parte del Dr. Juan Carlos Vélez, médico Jefe de Rehabilitación del Hospital del Trabajador ACHS Salud, fue el factor etario. “Esta primera versión del estudio nos mostró que el dolor crónico aumenta progresivamente con la edad. En las regiones centrales vimos que la presencia de dolor aumenta con la edad, con la particularidad de que los jóvenes de 18 a 24 años tienen la mayor prevalencia en el país, con un 16%. Luego sigue creciendo hasta llegar a un 39% en los mayores de 71 años”.

Particularidades de la zona

Las personas encuestadas de Valparaíso, O’Higgins y El Maule mostraron ciertos aspectos que se diferencian del promedio nacional. Por ejemplo, en cuanto a la situación laboral, los encuestados de esta zona catalogados como inactivos -es decir, que no tienen ni buscan trabajo- mostraron la mayor prevalencia y severidad de dolor crónico en Chile. El 35% de las personas inactivas dijeron sufrir dolor crónico y el 28% manifestó sentirlo de manera severa (vs el 34% y 21% a nivel nacional). Aquellas personas desocupadas mostraron una prevalencia de 37%, con un 13% sintiendo dolor severo; mientras que un 24% de quienes tenían empleo al momento del estudio tenían esta dolencia, con un 13% presentando dolor calificado como severo.

La situación previsional de las personas es otra variable de interés. En la zona centro, la mayor proporción de personas con dolor crónico son aquellas sin ningún tipo de previsión de salud, con 43%, superando lo evidenciado en la zona norte y sur. Para quienes tienen previsión, un 30% de los afiliados a Fonasa y un 14% a Isapres señalan padecerlo.

Por último, las personas que presentan algún tipo de enfermedad crónica, como por ejemplo diabetes o hipertensión, manifiestan tener dolor crónico en mayor medida que quienes no las padecen (33% versus 18%) y la proporción es aún mayor (45%) entre quienes tienen dos o más de este tipo de enfermedades.

¿Qué efecto tiene en el día a día? 

El impacto negativo en las actividades de la vida cotidiana es uno de los efectos del dolor crónico, ya que interfiere en tareas diarias, recreativas y laborales. En ese sentido, uno de cada diez personas de la zona centro respondieron que este afectaba su capacidad de trabajar, de participar en actividades recreativas, socializar y realizar actividades diarias.

El dolor impacta en mayor magnitud a las mujeres (15%) que a los hombres (8%) en sus actividades diarias y, tal como ocurrió con la prevalencia y la severidad del dolor crónico, su impacto es mayor en las personas inactivas que en las ocupadas.

“Estos resultados nos permiten comprender con mayor profundidad que el dolor crónico es una realidad que afecta a un porcentaje muy alto de la población y que aún así no tiene la visibilidad suficiente. Representa una de las mayores causas de pérdida de salud y años de vida siendo sus razones muy diversas. Es crucial seguir dándole visibilidad y aumentar los esfuerzos para su comprensión y tratamiento”, concluye Juan Carlos Vélez, médico Jefe de Rehabilitación del Hospital del Trabajador ACHS.